La banda pamploníca lleva tiempo jugando en la categoría de los más grandes. El éxito que supuso la publicación de su anterior trabajo, Diamantes, y sobre todo la inclusión en el mismo de Toro, un auténtico cañonazo que sonó hasta la extenuación y que logró llevar el nombre de El Columpio Asesino hacia una dimensión desconocida hasta entonces para el quinteto. Con Ballenas Muertas en San Sebastián Han demostrado que tanto en su vertiente más cruda y guitarrera como en una onda más electrónica y hasta pop, consagrando al grupo como lo que son, una de las realidades más interesantes de nuestro panorama.