Este poemario abrió una trilogía que completaría con Phantasmagoria y El ritual del baño y que se termina de cerrar con la reedición de su versión definitiva. Aquí se invoca la posibilidad de la ternura y de la vulnerabilidad, del deseo, de un mensaje que se diga con las palabras pero también con el cuerpo. El nacimiento de un mundo propio que busca una genealogía con su propio canon.