Escucha. Tu respiración pausada, los latidos de tu corazón en calma, al compás con la naturaleza.
Sois tú y el mundo. Aquí. Ahora. Escuchándoos en silencio. Meciéndoos con su canción.
El ritmo del mundo es un paseo por el bosque donde el niño protagonista experimenta la atención plena en el acto de caminar, siente los movimientos que realiza su cuerpo, nota los distintos colores, distingue los múltiples sonidos y olores de la naturaleza que le rodea, siendo consciente de qué pensamientos y sensaciones le provoca todo ello.