Una exploración íntima de la vida y la obra de la cantautora Joni Mitchell nombre artístico al que atiende (y tras el que se oculta) Roberta Joan Anderson a través de las letras de sus canciones, de largas y profundas conversaciones sobre su obra musical, su poética y sus creaciones pictóricas.
Cuando en 1973 se encomendó a la también cantautora Malka Marom que entrevistara a Joni Mitchell, aceptó con sumo interés el encargo de entrevistar a y conversar con la gran artista canadiense una perfecta desconocida, a mediados de los sesenta, a quien había descubierto y conocido Marom una fría noche de invierno de 1966 en un remoto tugurio de Yorkville, en Ontario; una joven Mitchell que, para cuando se produjo el reencuentro, se resistía ya a ser encorsetada como cantante de folk y apuntaba a otros horizontes musicales como reflejarían sus colaboraciones (Charles Mingus, Wayne Shorter, Jaco Pastorius y un largo etcétera) y su propia discografía con el paso del tiempo. A lo largo de las siguientes cuatro décadas de amistad se sucedieron más conversaciones,
y no fue hasta que Joni y Malka completaron su tercera y última
entrevista, grabada en 2012, cuando Malka descubrió lo que atesoraban
aquellas errabundas, en apariencia, disertaciones: la disección del proceso creativo de una artista que abjuró del mainstream y siguió siempre su propio camino.