Soy consciente de que tanto para hombres como para mujeres, los pechos son un objeto sexual. Pero no para mí. Para mí representan la infancia que nunca tuve, la maternidad, la leche... Me he construido estos pechos para protegerme de la vida y de la gente. Me ayudan a vivir. Y no me arrepiento. Porque la vida es un lugar donde vivir es muy difícil.