¿Puede separarse la memoria de la imaginación? ¿No es toda historia individual una forma de historia social? José Ovejero usa esas dos preguntas para construir un mundo a la vez propio y ajeno, autobiografía y ficción, sin que los límites estén siempre claros. Esta obra nos cuenta la historia de una familia de clase obrera que va progresando en los años opresivos del tardofranquismo.