Mientras Teresa de Jesús se dedica a escribir "El libro de la Vida", que deberá complacer a sus superiores eclesiásticos y defenderla ante sus detractores, ¿y si la santa hubiera redactado en paralelo otro manuscrito, un diario más íntimo, no destinado a complacer ni a defenderla ante nadie, sino a evocar su vida pasada y tratar de explicarse como ser humano? Eso es lo que imagina Cristina Morales.