"Un mundo feliz" (1932) presenta una visión satírica de un futuro utópico en el que, a partir del desarrollo de la ingeniería genética y de las nuevas técnicas de lavado de cerebro, se ha conseguido crear una sociedad perfecta cuyos habitantes viven sometidos a un estado de felicidad y armonía perpetuo. Publicado en el periodo de entreguerras, cuando el crecimiento del nazismo era ya inexorable para quien supiera verlo, Un mundo feliz ha cautivado y aterrorizado por igual a millones de lectores.