Darío sigue a Amalia y sus amigos de bar en bar. Son un grupo de jóvenes hastiados en una huida hacia delante, en una noche sin fin. Una generación sin futuro con miedo a crecer. Quieren arder y quemar la ciudad. Escapar de una realidad cada vez más precaria y hostil. Vivir a contracorriente. No dejarse atrapar.
Falta uno de ellos: Juan. El Cuervo. Ahora vuela solo. Se oculta. Todos ocultan algo, mienten o se mienten, porque les cuesta asumirque se hacen mayores y no son quienes soñaban ser. Durante 72 horas vertiginosas, mientras el mundo se desmorona a su alrededor, tratarán de encontrar una respuesta a su desencanto en la evasión y la rebeldía, la amistad y el amor.
Con una escritura polifónica que experimenta con el lenguaje como los personajes con la vida, La caída del imperio es una fiesta de la palabra que te sumerge en la vorágine de sus páginas y deja una profunda resaca emocional.