La adolescencia está en el punto de mira. Cuestiones como la pornografía, la violencia machista y las transiciones de género avivan pánicos morales que alimentan el control y la exclusión. Este libro rompe con esa lógica para ofrecer una mirada feminista que pone la empatía y la ternura en el acompañamiento. Con un enfoque crítico, su autora nos invita a repensar el género como una experiencia compartida, explorando las conexiones entre identidades diversas y apostando por una política transformadora que trascienda la polarización. Una obra imprescindible para imaginar un futuro más justo e inclusivo.