Una corriente subterránea que se impone a la propia trama atraviesa esta colección medida, escueta, salpicada de silencios antiguos, donde laderas rocosas, patios en ruinas o casonas en penumbra presencian el ensueño de unos hombres y mujeres que un día pensaron que tenían salvación. Lo rural como escenario, lo urbano como fantasma, el campo y la aldea como desierto de expiación. Cada uno de estos seis relatos, ya se trate de un gótico campesino, de una distopía cenicienta o de un elegante cuento de misterio, contiene la suficiente dosis de perversidad o de cinismo para dejarnos después a solas con la hiel de una recóndita, indeseada verdad. «Un libro de relatos clásico en el mejor sentido de la palabra, de los que llevan al lector a situaciones límite, a parajes raros de los que no se vuelve». Elvira Navarro «Hay escenas que no puedo dejar de recordar con tristeza, con ternura, con angustia. Es básicamente lo que necesita un lector: que la hoja impresa en el libro se imprima también en su vida». María Fernanda Ampuero «Rural, tremendo y de bajo vientre». Rubén Lardín