Llueve, hace frío, el viento silba y tumba los árboles, los relámpagos rompen el cielo ¡Hace una noche estupenda! Al menos para quedarse en casa y que el abuelo te explique historias terroríficas. Que dan miedo. Mucho miedo.
Cierra la puerta, súbete a su mecedora y escucha. Chist, en silencio: esqueletos que salen de sacos, brujas con verrugas, enormes arañas con bocas gigantescas, fantasmas sin manos, hombres lobo que tienen mucha, pero que mucha hambre. Por suerte tú estás en casa con el abuelo, a salvo de la lluvia, al calorcito, y al resguardo de todos esos seres monstruosos.
Además, los fantasmas no existen... ¿No?