"Mi lucha", de Karl Ove Knausgård, alcanza el "Fin". En esta obra redobla esfuerzos para conseguir un cierre a la altura de "Mi lucha", amplificando las propiedades más relevantes del estilo knausgårdiano: su maximalismo, su libertad formal y expresiva, su transparencia, su urgencia sin maquillar, su capacidad para englobar todo lo que bulle y late en una vida.