Retomando la impactante afirmación de Jacques Lacan "la mujer no existe", la autora imagina las consecuencias éticas de la idea de ser que esta frase implica. El libro ofrece un análisis teórico minucioso y riguroso en dos pAs bien delimitadas: en la primera se aborda la relación entre feminidad y ética; en la segunda se relacionan los argumentos con obras artísticas y se analiza el costado oculto superyoico de la ética: el concepto kantiano de mal radical y la distinción entre sublimación y perversión.