Lucy Barton se está recuperando lentamente en el hospital de lo que debería haber sido una operación simple. Desde la ventana de su habitación, en pleno centro de Manhattan, el edificio Chrysler se ilumina cada noche marcando el paso del tiempo, que avanza lento. Su madre, con quien no ha hablado en muchos años, viene a verla. Las dos mujeres pasarán unos días juntas, entre silencios y pequeños chismes sobre las vidas de personas que Lucy dejó atrás hace tiempo al irse de casa para perseguir su sueño de ser escritora en la gran ciudad. Pasado y presente se mezclan en esa pequeña habitación, que durante cinco días y sus cinco noches ve cómo dos mujeres hacen equilibrios en la fina línea que separa el amor del dolor.