Llega el verano y, para todos, eso significa sol y diversión, salvo para los hermanos Alex y Zoe Sherlock. Si se hubieran llamado «los hermanos Pringles» quizá se hubiesen dedicado a vender patatas fritas. O si fuesen «los hermanos Forest», tal vez serían exploradores. Pero con ese apellido lo lógico era montar una agencia de detectives. Con la ayuda de su abuelo, periodista jubilado, y sus amigos Lina y Yadi, los hermanos tendrán como primera misión la búsqueda de un tesoro de Al Capone en un parque natural en Miami, y acabarán subidos a un yate multimillonario e involucrados en una compleja investigación policial. ¿Qué más se puede pedir? Este será, sin duda, el mejor verano de sus vidas.