Este mes destacamos la editorial Caballo de Troya, una editorial que nació hace unos 15 años de la mano del editor Constantino Bertoló con la intención de descubrir a los escritores del futuro publicar voces nuevas. Bertoló fue el primero en publicar (en sellos como Debate y Punto de Partida) a Ray Loriga, Marta Sanz, Luis Magrinyá o Germán Sierra.
Desde que se jubilara en 2014, se decidió invitar cada año a una figura literaria para que sea el editor/a residente. La editorial sigue así descartando los encasillamientos y dejando que el catálogo no se asemeje a ningún otro. Desde el 2015 han pasado autores como Elvira Navarro, Alberto Olmos, Lara Moreno o Mercedes Cebrián; y el 2019/2020 por primera vez, la edición se ha llevado a cabo a cuatro manos: Luna Miguel y Antonio J. Rodríguez.
Ellos han dado protagonismo a autores nacidos a finales de los ochenta y en los noventa, a la no ficción por su influencia en los medios de comunicación y el periodismo, así como al compromiso social, al feminismo, a la experimentación y al lirismo.
Os invitamos a leer la entrevista que les hemos hecho a los editores de estos dos últimos años y al fundador de la editorial y a descubrir los libros que ha dado Caballo de Troya estos últimos meses.
-Desde que en 2014 Constantino Bertoló. editor de Caballo de Toya se jubilara, cada año se invita a un editor/a residente para hacer el catálogo de ese año, en este caso Luna Miguel y Antonio J. Rodríguez os habéis encargado del catálogo en 2019 y 2020, ¿cuáles han sido los elementos clave a la hora de confeccionar el catálogo de la editorial durante estos dos años?
Tal vez no fue el primer reflejo, pero ahora que hemos podido ver casi todos los libros juntos (de los 12 totales ya hay 10 en librerías) nos hemos dado cuenta de que el vínculo de todos ellos es que dan voz a distintas preocupaciones, ya sean políticas, íntimas o incluso formales, de una generación de narradores —los nacidos entre 1985 y 2000— que apenas había tenido visibilidad en las editoriales de nuestro país. En realidad, lo que nos obsesionaba encontrar era una serie de obras que retaran a la narrativa convencional, de ahí que muchos de los libros estén atravesados por el ensayo, la poesía e incluso el diario. Todo lo demás fue el resultado de leer, leer y leer, además de acompañar a todas esas voces tan maravillosas, y que han llegado a tantísimos lectores aunque pareciera imposible.
- ¿Qué pensáis que diferencia vuestro paso por Caballo de Troya de los editores anteriores?
Creemos que el elemento generacional es muy importante en esa diferencia. Sin embargo, también encontramos vínculos, especialmente con algunos títulos de los catálogos que elaboraron Alberto Olmos y Elvira Navarro. El de Olmos por la búsqueda de autores millennial, y el de Navarro por el profundo peso de lo político. No estamos seguros de que esto sea así, pero también es cierto que en nuestro caso hemos hecho mucho hincapié en la no ficción narrativa, y en la visibilización de voces femeninas, algo, que por otro lado, ya preocupó a Mercedes Cebrián y Lara Moreno. ¡Como veis hay más similitudes que diferencias! Eso sí, el color rosa y el diseño tan especial que nos preparó Manuel Escálpez ha quedado muy resultón.
-¿Cómo valoráis la experiencia de estos dos años de trabajo? ¿Como ha sido como escritor/a ponerse en el otro lado?
Ha sido divertidísimo, y creemos que el hecho de conocer “el otro lado” nos ha ayudado a prestar atención a algunas cuestiones. Antonio publicó su primera novela a los 24 años y yo mi primer poemario a los 18, éramos conscientes de lo que supone “publicar joven”, estar solo ante esta cacharrería literaria. Y como autores que nos hemos enfrentado a distintos grados de paternalismo en esta industria, nos ha preocupado estar muy encima de nuestros autores, apoyarlos y visibilizar sus obras. Ojalá ellos hayan disfrutado tanto de este viaje como nosotros.
-En este tiempo habéis publicado una decena de libros, ¿cual no nos podemos perder?
¡Qué difícil sería elegir! ¡Hay que tenerlos todos, además quedan muy bonitos juntos en la estantería! Creemos que cuando se empieza con un Caballo de Troya, te guste más o menos, siempre vas a sentir curiosidad por el siguiente. Tiene que ver con ese hilo invisible que los une a todos y que ya es irrompible.
-Nos podeis recomendar una librería (de cualquier ciudad), una editorial y un autor/a que pensáis que vale la pena conocer?
En Barcelona nos apasiona Espai Crisi, un espacio que no sólo es librería (especializada en poesía, temas LGTBQ+, poliamor, feminismo…), sino que también promueve talleres interesantísimos. En cuanto a la editorial, Continta me tienes nos ha traído algunos hitazos a nuestra biblioteca personal este 2020. Y una autora: amamos a Anna Punsoda, que es una narradora alucinante, pero como ensayista ha publicado ‘La lujuria’, que está a la altura del ‘Eros’, de Anne Carson.
-Sabemos que sois asiduos a las librerías, ¿qué pensáis que no puede faltar en una librería?
Precisamente vuestra librería es un ejemplo de todo lo que a nosotros nos gusta encontrar en una. Buenas secciones de poesía y ensayo, mesas de novedades que no se ciñan a la estricta novedad sino que sigan visibilizando novelas que aparecieron hace más de un año, arte, secciones infantiles amplias y… como locos-coleccionistas de los cuadernos, ¡no negaremos que un poquito de papelería también nos encanta!
Desde que en 2014 se jubilara como editor de Caballo de Toya, cada año se invita a un editor/a residente para hacer el catálogo de ese año, ¿Cómo valora la experiencia? ¿Cree que esa suma de visiones diferentes enriquece el catálogo?
Valoro la experiencia muy positivamente. Se trataba de utilizar tanto los criterios literarios de lo editores invitados como sus conocimientos y contactos personales dentro de su campo literario, lo que podríamos llamar" su agenda" y a ese respectos todos y cada uno o cada una de ellas y ellos han respondido con agudeza y acierto. Sus sinergias en relación con los medios y ámbitos donde tienen lugar los procesos de visualización de los nuevos autores han funcionado también de manera muy evidente y positiva. Y en efecto, las diferentes visiones han dado lugar a la amplitud y diversidad de las propuestas. La única reserva que podría plantearse y que ya fue considerada en el momento de la puesta en marcha de la iniciativa era la dificultad de mantener el apoyo a esas nuevas voces. Ya sabemos que a veces es más difícil publicar el segundo libro que el primero pero en cualquier caso Caballo de Troya sigue cumpliendo con su papel de"trampolín literario". Que no es poco.
¿Las editoriales apuestan suficiente por voces nuevas? ¿Qué consejo le daría a alguien que quiere publicar su primera novela?
Entiendo que las editoriales valoran y quieren participar en el apoyo a las voces nuevas pero es obvio que ese apoyo requiere asumir un riesgo económico no fácilmente asumible por las editoriales más débiles económicamente. Tengo la sensación de que la buena acogida mediática y comercial del sello ha facilitado nuevas iniciativas y que las editoriales más fuerte presten ahora más atención a esas nuevas voces.
Usted ha sido el primer editor de escritores como Marta Sanz o Ray Loriga, y una de las intenciones de la editorial Caballo de Troya es descubrir a los escritores del futuro, ¿nos recomienda algunos de esos escritores que están empezando y que no deberíamos perdernos?
No quisiera entrar en la mecánica, siempre injusta y subjetiva, de dar unos nombres y por tanto olvidar muchos otros. Evidentemente entre las nuevas voces unas me gustan e interesan más que otros pero cada lector o lectora, a partir de sus propios gustos e intereses, debe escoger nombres y lecturas.
¿Qué cree que debe tener la librería del presente? ¿Y la del futuro?
Parece claro que la vocación sostenible de las librerías pasa por asumir e impulsar la idea de la librería como punto de encuentro, como un espacio cultural abierto y atractivo, cada una con su propio perfil o pertinente especialidad.
