Viktor es un escritor arruinado: está sin blanca, lo ha dejado su novia, tiene frío y decide adoptar a un pingüino. No sabe que este nuevo compañero de piso también está deprimido. Todo se complica cuando un gran periódico le encarga escribir esquelas de personajes públicos que aún están vivos, pues los protagonistas de sus necrológicas empiezan a fallecer en extrañas circunstancias.