Existen bajo la tierra cavidades de ternura. Existe en la garganta una herida del cuerpo que se afirma. Existe en el lenguaje otra historia del lenguaje y de sus usos. Hay una mujer que es todas pero ninguna a la vez y que tiene en el pecho una cavidad de ternura terrosa. Le germinan en la voz lirios y espinas. Hay una mujer-que-es-cuerpo y con su peso afirma otra vida en la vida. Existió pero olvidamos que nos brota su voz en cada cavidad y de las manos se desprenden la tierra y la ternura. Nos brota su voz y hace presentes los cuerpos. En vasijas, objetos, finas sábanas de lienzo y las tintas, pigmento, la música y los cambios de la luz. En ellos hablamos. Existió la posibilidad de decir dentro de una cavidad terrosa y tierna, germinal de aristas y cuerpos en calma. La posibilidad otra de decir que nos guarda y eleva.